La importancia de contar con un SAI

(SAI) Sistemas de Alimentación Interrumpida

¿Sabías que las interrupciones eléctricas no siempre se presentan en forma de apagones? De hecho, microcortes, bajadas de tensión o picos de corriente son fenómenos frecuentes que ocurren a diario en muchas zonas y que pueden comprometer la estabilidad de tus sistemas, dañar equipos sensibles o provocar la pérdida de datos. 

Una interrupción inesperada en el suministro eléctrico, aunque breve, puede provocar consecuencias graves: pérdida de datos, interrupción de servicios, daños en equipos sensibles y, lo más preocupante, la paralización total de la actividad. 

En este contexto, muchas empresas se están cuestionando: ¿estamos realmente preparados para proteger nuestro negocio ante estos riesgos?

 

Fallo eléctrico 

¿Qué es? 

Frecuencia 

Microcortes 

Pequeñas interrupciones de milisegundos a segundos. No apagan los equipos, pero sí pueden afectar discos duros, provocar errores de escritura y reinicios inesperados. 

Muy alta (diaria en muchas zonas urbanas e industriales). 

Caídas de tensión 

La corriente no se corta, pero baja por debajo del nivel necesario para el correcto funcionamiento de los equipos, provocando pérdida de rendimiento, fallos o sobrecalentamiento. 

Moderada (especialmente en horas punta o zonas rurales). 

Picos de tensión 

Subidas bruscas de voltaje provocadas por el restablecimiento del suministro eléctrico o por descargas (tormentas o fallos de red). Pueden dañar componentes sensibles. 

Ocasional, pero con algo riesgo cuando suceden. 

Ruido eléctrico 

Distorsiones o interferencias en la señal eléctrica que afectan al rendimiento de servidores y dispositivos sensibles, especialmente en entornos con maquinaria industrial. 

Variable según el entorno 

Fallo total (apagón) 

Corte completo de suministro, que puede durar desde minutos hasta horas. Sin medidas de contingencia, puede generar interrupción total del servicio. 

Baja, pero con consecuencias muy graves. 

 

¿Qué es y para qué sirve un SAI?

El Sistema de Alimentación Ininterrumpida (SAI) es un dispositivo que proporciona energía de reserva temporal a los dispositivos electrónicos cuando se produce una interrupción en el suministro eléctrico.  

Además, el SAI protege los dispositivos electrónicos frente a cortes de electricidad y subidas de tensión en la red eléctrica. A diferencia de las fuentes de alimentación tradicionales, que solo suministran energía cuando están encendidas, el SAI vierte continuamente la electricidad almacenada en sus baterías hacia los equipos conectados en caso de fallo en la red. 

En la práctica, cuando se produce un apagón, el SAI mantiene operativos ordenadores, servidores y otros dispositivos esenciales durante un breve periodo, suficiente para guardar información, finalizar procesos y apagar los equipos de forma segura, evitando daños y pérdidas de datos. 

¿Cómo funciona un SAI?

El SAI está conectado entre la fuente de alimentación principal y los equipos críticos. Durante el funcionamiento normal, filtra y estabiliza el voltaje de la red eléctrica para proteger contra fluctuaciones. En caso de corte, activa inmediatamente sus baterías internas para suministrar energía sin interrupciones, garantizando la continuidad operativa

¿Cuánto dura la batería de un SAI si se va la luz?

La autonomía de un SAI no es un valor fijo. Depende tanto de su capacidad como del número y tipo de dispositivos conectados, el consumo energético de cada uno y el estado en el que se encuentre la batería. A mayor demanda de energía, menor será el tiempo de respaldo disponible. 

En las especificaciones técnicas de cada modelo suele indicarse una estimación de su autonomía con distintas cargas, pero para tener una idea más clara y práctica, aquí tienes una tabla orientativa con algunos valores típicos: 

 

Carga (W) 

1200 VA / 720 W 

950 VA / 480 W 

700 VA / 390 W 

480 W 

8 min 

1 min 

 

450 W 

9 min 

1 min 

 

390 W 

11 min 

2 min 

1 min 

350 W 

13 min 

3 min 

2 min 

300 W 

15 min 

5 min 

3 min 

200 W 

22 min 

9 min 

8 min 

150 W 

29 min 

14 min 

12 min 

100 W 

38 min 

24 min 

22 min 

50 W 

54 min 

48 min 

47 min 

10 W 

1 h 19 min 

2 h 26 min 

2 h 26 min 

Como puedes ver, el tiempo real de autonomía es limitado y está pensado para lo esencial: guardar el trabajo, cerrar sistemas con seguridad o mantener operativos equipos críticos durante la transición a un generador. 

Importante: Un SAI no es un generador. No está diseñado para trabajar durante horas, sino para cubrir el espacio de tiempo entre el corte eléctrico y la solución definitiva. Seguir trabajando durante un apagón prolongado no es viable con un SAI estándar. 

Tipos de SAI

SAI Off-Line (Standby) 

Es la opción más sencilla y económica. En condiciones normales, el suministro se realiza directamente desde la red eléctrica. Solo en caso de corte, el sistema conmuta a la batería de forma automática. 

  • Ventajas: Bajo coste, instalación simple. 
  • Limitaciones: No protege frente a pequeñas variaciones de voltaje o picos de tensión. Puede haber un pequeño retardo (milisegundos) en el cambio a batería. 
  • Uso recomendado: Equipos no críticos, uso doméstico, estaciones de trabajo individuales. 
SAI Off-Line Standby
SAI Interactivo (Line-Interactive) 

Este tipo incorpora un regulador automático de voltaje (AVR) que permite corregir pequeñas fluctuaciones sin necesidad de utilizar la batería, prolongando su vida útil. Solo ante un corte real, activa el respaldo energético. 

  • Ventajas: Mayor protección que un Off-Line, buena relación calidad-precio. 
  • Limitaciones: Aunque mejora la calidad del suministro, no ofrece una conversión completa como los On-Line. 
  • Uso recomendado: Pequeños servidores, redes locales, entornos empresariales con carga media. 
SAI On-Line (Doble Conversión) 

Es el sistema más avanzado y seguro. Convierte permanentemente la corriente alterna en continua para cargar las baterías, y luego la reconvierte en alterna para alimentar los dispositivos. Esto garantiza una alimentación constante, limpia y sin interrupciones, incluso durante microcortes o fluctuaciones. 

  • Ventajas: Protección total frente a cortes, picos, caídas de tensión, ruido eléctrico e interferencias. 
  • Limitaciones: Coste superior, mayor consumo energético. 
  • Uso recomendado: Centros de datos, hospitales, servidores críticos, infraestructura industrial o financiera donde no puede haber fallos. 
SAI On-line doble conversión

Vida útil y mantenimiento

La vida útil media de un SAI se sitúa entre 5 y 10 años, dependiendo del modelo y las condiciones de uso. Las baterías, componente esencial, suelen requerir reemplazo cada 3 a 5 años. 

Un mantenimiento adecuado es imprescindible e incluye: 

  •  Revisión y pruebas de las baterías internas. 
  • Verificación del correcto funcionamiento de los sistemas electrónicos. 
  • Limpieza de componentes para evitar polvo y obstrucciones. 
  • Ensayos periódicos para confirmar la respuesta inmediata en caso de corte. 

Caso de éxito

En una planta de producción del sector metalúrgico, altamente automatizada y con una operativa continua en tres turnos, los responsables de mantenimiento detectaron un problema recurrente: paradas técnicas no programadas provocadas por microcortes eléctricos y fluctuaciones de tensión. 

Aunque los cortes apenas duraban unos segundos, las consecuencias eran significativas: 

  • Reinicios de autómatas y paneles HMI, con pérdida de datos de procesos en curso. 
  • Paradas inesperadas de cintas transportadoras y brazos robóticos. 
  • Desincronización de los sistemas de supervisión y control (SCADA/MES). 
  • Pérdida de eficiencia y necesidad de reprocesar lotes afectados por las interrupciones. 

El análisis evidenció que la calidad del suministro eléctrico estaba directamente afectando al rendimiento de la planta, y que los cuadros eléctricos carecían de protección frente a picos de tensión y cortes breves. 

La solución

Se diseñó un sistema integral de respaldo basado en SAIs On-Line de doble conversión, distribuidos estratégicamente en dos niveles: 

  1. A nivel de campo, para proteger variadores, PLCs, sensores críticos y equipos de control local. 
  2. A nivel de infraestructura IT, para asegurar la operatividad continua de los servidores industriales, bases de datos de producción y sistemas de trazabilidad. 

Además, se incorporó un sistema de monitorización remota que permite detectar el estado de carga, alertas técnicas y eventos de red en tiempo real. 

Resultados
  • Eliminación total de microparadas eléctricas en líneas de producción. 
  • Mejora del OEE (Overall Equipment Effectiveness) gracias a la estabilidad operativa. 
  • Reducción de fallos técnicos asociados al reinicio de equipos sensibles. 
  • Incremento en la fiabilidad de la entrega y reducción de costes correctivos. 
  • Mayor seguridad para los operarios al evitar reinicios inesperados de maquinaria automatizada. 

¿Y tú, estás preparado?

No se trata solo de apagar un equipo. Se trata de evitar paradas críticas, proteger datos y asegurar la continuidad de tu negocio.  Actúa antes de que ocurra: evalúa tu infraestructura y da el paso hacia una protección eléctrica inteligente. 

¿Hablamos?  

Envíanos un correo electrónico haciendo clic aquí y te ayudaremos a evaluar tu infraestructura actual y ofrecerte una solución a medida. 

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